miércoles

Y seguimos ¡hasta los huevos!

Justo una semana después y, a la vista concluyente de la pasividad municipal por tratar de resolver éste asunto, vuelvo a exclamar que, estamos muy cansados en la Calle Cristo de la Sed, esquina Jaime Ferranz, con lo que ocurre cada mañana. 
Hoy a las 07.40 am. mi chica de seis años llega a mi cama: Papi, no puedo dormir con el ruido del camión y las botellas. Todos los días me despiertan los hombres con su ruido.



 Decido bajar y, me encuentro otra vez el mismo panorama, con actores diferentes. La única diferencia radica en la extrema agresividad con la que me reciben. Tras tirar las fotos que muestro, dejé puesto el modo vídeo, y los audios son bastante claros. No sólo amenazan sino que se disponen a entrar en una propiedad privada, para saber dónde vivimos. Un vecino también harto de la situación les conmina a abandonar el recinto y desbloquear la puerta de nuestro garaje. Lo hace por las buenas, recibiendo todo tipo de insultos. Y amenzas

 Y mientras, la faena sigue a pie de calle, en plena vía...

 Sin importarles las molestias, el cacao de tráfico, ni por supuesto el ruido.

 Ellos a lo suyo, trabajo que respetamos, pero que exigimos que se haga dentro de las más elementales normas de civilización, convivencia, y respeto. La zona de carga y descarga está a pocos metros y no la utilizan.
 Parece más cómodo, aparcar y faenar en dónde les pilla cerca...

 Ellos claman por su trabajo, nosotros por poder descansar y, sacar nuestros vehículos del garaje que nos bloquean...
 No tenemos por qué soportar su ruido, su chulería, los atascos que provocan, los sonidos de quienes no pueden pasar y, el vernos encerrados....
Se ha llamado al 112 denunciando el suceso, las amenazas. 
Nos hemos identificado con nombre, dirección
y teléfono. A las 10:20Am, se han marchado y una vez más,
 la Policía Local, sigue sin aparecer...

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Meditaciones a la imagen.

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