La última vez que estuve en Toledo un amigo me comentó que a la Catedral de Sevilla la llaman "la cáscara de la naranja" por la majestuosidad y belleza exterior que tiene mientras que la de Toledo sería la naranja en sí, ya que por dentro es una maravilla. Y creo que no les falta razón.
La última vez que estuve en Toledo un amigo me comentó que a la Catedral de Sevilla la llaman "la cáscara de la naranja" por la majestuosidad y belleza exterior que tiene mientras que la de Toledo sería la naranja en sí, ya que por dentro es una maravilla.
ResponderEliminarY creo que no les falta razón.
Saludos.
Curiosa denominación que desconocía, pero que meditando sobre la misma, no está falta de sentido.
ResponderEliminarSaludos.