Tiene aire de Rafael Alberti, es un tío sencillo, campechano, afable, cercano y cariñoso con los críos. Atento, curioso, y emprendedor. Un artista, con su aire bohemio de aroma a manzanilla.
Bocas de escualos, grandes conchas, caracolas, huesos de corvina para engarzar, cientos de cachivaches arrojados por la mar, y sus marcos de fotos con la Virgen del Carmen (su patrona del mar), la Macarena o el Gran Poder, realizados con conchitas de la playa que adornarán mesitas de noche de muchas segundas residencias. A su particular estilo gótico marinero, le queda tan sólo su exposición artesana. Su banco en la Plaza Cabildo, con su mesita de playa, sus carteles de cartón y su eterna sonrisa. Luchó por lo suyo, pero la especulación no conoce límites. ¡Suerte Marinero!
La foto está tomada un 15 de Agosto en la Cuesta Belén, mirador privilegiado de la Puerta de Doñana.
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Meditaciones a la imagen.